Aguas termales en la historia
Las aguas termales han sido de mucha importancia a través de la historia, desde Grecia y los afamados baños públicos de roma hasta los famosos “onsen” (aguas termales) en Japón, desde el Lago Secreto en Islandia hasta el Lago Kurilskoye en la península de Kamchatka en Rusia. En todas partes del mundo se pueden encontrar este tipo de manantiales naturales de aguas subterráneas y muchas de ellas han impactado directamente en el desarrollo de las culturas antiguas.
Actualmente se pueden encontrar registros geológicos de aguas termales que prueban la existencia de aguas geotérmicas en la prehistoria. Existen depósitos de aguas termales que se han documentado en eras tan antiguas como Cenozoico. Estudios geológicos como los que ha presentado la doctora Kathleen A. Campbell’s en los laboratorios del departamento “Escuela de Medio Ambiente” de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda (Link a algunas publicaciones en inglés)
Así mismo podemos mencionar que actualmente, la polución, los cambios ambientales, los niveles de estrés y otros tantos factores que nos vemos afectados hoy en día ha generado un interés en este tipo de manantiales, desde un punto de vista terapéutico, recreativo, de bienestar personal y espiritual y hasta científico.
En este artículo nos enfocaremos únicamente a la relación y la importancia que ha tenido el uso de las aguas termales en las culturas antiguas y como estas ha afectado la evolución social y cultural en algunas de ellas.
Impacto de los baños de agua termal en las culturas antiguas
Grecia
Ya en la historia documentada más reciente, se podría decir que fueron los griegos los que crearon las bases y los modernos procedimientos de un spa. Fue Hipócrates, un célebre medico griego, que analizo las propiedades terapéuticas, químicas e higiénicas del uso de las aguas termales. Fue gracias a sus amplios tratados que los griegos fueron atraídos por los extraños fenómenos y los beneficios que las aguas termales tienen en el cuerpo humano.
Si bien fueron los griegos los primeros en utilizar las aguas termales como método relajación del cuerpo y mente, fueron los romanos quienes popularizaron su uso al implementar sus famosos baños públicos.
Roma
Los baños públicos romanos se convirtieron en un elemento esencial de esta cultura y existieron en todas las ciudades del imperio.
Para los antiguos romanos, los baños en aguas termales eran un auténtico ritual, incluso en ocasiones acostumbraban a rociar vino, aceite de oliva o esencias perfumadas. Se practicaba de forma común por todas las clases sociales, quienes acostumbraban a asistir a los baños públicos después de su trabajo.
Cabe mencionar que en las culturas contemporáneas el baño es considerado una actividad privada, pero para la cultura romana no era así, el asistir a un baño público era una experiencia social. Estos balnearios eran un lugar para reunirse y compartir con amigos, hacer ejercicio o leer, ya que también contaban con salas de lectura y bibliotecas.
Fue la expansión del imperio romano en las regiones de Europa y África del Norte quienes difundieron la práctica de los baños en aguas termales en el occidente.
Japón
En varias culturas antiguas se ha visto como el uso de aguas termales ha sido importante convirtiéndose en una parte intrínseca de su cultura. Nadie más que Japón es un ejemplo de ello. La importancia que la cultura japonesa ha dado desde antaño a los que en su lengua nativa son llamados “onsen” (aguas termales) es un legado se manifiesta hasta hoy en día.
Existen registros históricos que muestran que desde hace ya varios siglos atrás ha existido en Japón cultura de bañar en aguas termales. Uno de ellos es Las Crónicas de Izumo no Kuni Fodoki, que son registros relativos a la cultura y la geografía de las provincias de Japón, en el año 733 se refiere a un “onsen” en la que menciona que al bañarse en sus aguas su aspecto embellece y si se lava varias veces sanará todo tipo de enfermedades.
Muchos factores influyeron en esta práctica saludable, por ejemplo: La religión propia de Japón llamada Shintoísmo daba una alta prioridad a la limpieza de los ciudadanos y bañarse en los onsen era una manera de limpiar tanto el cuerpo como el espíritu.
Para los japoneses visitar los onsen, además de práctica terapéutica, tiene un gran significado físico y espiritual. El bañarse en estos manantiales es una especie de ritual de purificación y aun hoy en día juega un papel importante en el mantenimiento de la salud y el bienestar de los ciudadanos del Japón.
Se estima que actualmente, debido a las condiciones geográficas volcánicas en Japón existen más de 3000 onsen con más de 27,000 resorts de aguas termales minerales naturales en todo el país.
Japón es sin lugar a dudas una de las culturas que más disfrutan en la actualidad de los beneficios naturales que proporciona las aguas termales.
América
El continente americano no es la excepción, como ejemplo se pueden mencionar que existen numerosos monumentos antiguos, como monolitos o petroglífos, que aún se conservan en lugares próximos a manantiales termales.
En la Actualidad
Actualmente las aguas geotérmicas son aprovechadas de diferentes formas. Gracias a los beneficios que proporcionan sus propiedades curativas ha dado la posibilidad de proveer ofertas turísticas dedicadas al ocio y bienestar personal. Además, el impacto que tienen sus efectos medicinales ha dado lugar a la aparición en el mercado de aguas minero-medicinales, cremas, gel y demás productos similares para uso terapéutico y cosmético.